Desde generar imágenes a partir de una descripción hasta herramientas capaces de mantener contigo una conversación, la inteligencia artificial ha entrado en nuestras vidas (y en nuestros negocios) arrasando. Cual elefante en cacharrería. Todos los días trae algo de qué hablar.
¿Has buscado alguna vez en Google «crear textos con inteligencia artificial»? Seguro que sí. Y te habrás topado con multitud de páginas que te recomiendan las mejores herramientas para hacerlo.
Crear textos con inteligencia artificial está bien, pero hay algo que no te están contando: Cómo usar la inteligencia artificial para crear tus contenidos… y conseguir que tengan el poderío de las mejores folclóricas.
Deja los clones para otros y sigue leyendo si quieres descubrirlo.
La mayoría de los textos creados con inteligencia artificial pueden ser textos de calidad. En eso estamos de acuerdo. ¿Pero es suficiente para tu negocio?
Pfff. Pues… no sé yo qué decirte.
Bueno, sí lo sé y no lo es.
Puedes encontrar textos de calidad en las redes sociales, las páginas web, las tiendas y las newsletters de casi todos tus competidores. Y sería suficiente si:
- Tu negocio estuviera al alcance solo de los clientes de tu barrio.
- La competencia fuese mucho más limitada.
- Tu cliente buscase un servicio del montón, sin más.
- Competir por precio no fuera un problema.
Pero eso empezó a cambiar antes de 2020. Ya ha llovido. Y ahora…
- Tu negocio puede llegar a clientes de todo el mundo.
- Hay cientos de negocios como el tuyo haciéndote la competencia.
- Competir por precio no es rentable porque al final te sale más caro el ajo que el pollo.
- Tus clientes ya no buscan un servicio cualquiera. Quieren servicios y experiencias diferentes. Que les ofrezcan más. Y están dispuestos a pagar a quien les de eso.
¿Prefieres ver este contenido en vídeo? «De infumable a inconfundible: cómo diferenciarte a la vez que ahorras tiempo con ChatGPT» , mi charla sobre inteligencia artificial para WordPress Griñón.
¡Todos quieren crear textos con inteligencia artificial! ¿Por qué?
Tienes la agenda hasta arriba. En tu día a día no queda un hueco libre. Y no me refiero solo a atender a tus clientes.
Hay decenas de tareas más que deberían estar hechas cuando «cierras la persiana», y lo sabes.
Es de primero de emprendimiento: cuando creas un negocio tienes que aprender de todo: diseño, marketing, finanzas… ¡hasta copywriting!
Recibirías con los brazos abiertos cualquier cosa cosa que te permita automatizar algunas de esas tareas y poder dedicarte a lo tuyo.
Así que entiendo que veas todas esas publicaciones en las que te dicen que crear textos con inteligencia artificial te hará ganar clientes en menos de lo que se canta «Mi jaca» y te pongas a soñar con todo lo que podrías hacer.
Yo estoy en el mismo barco.
«¿Textos creados automáticamente? Me quito una hora diaria, estoy siempre presente en Internet…»
Ya estás haciendo cuentas del dinero que vas a ganar con todos los clientes que te va a traer ChatGPT. ¡Que te veo, macabeo!
Y tienes razón en que publicar contenidos es imprescindible para un negocio. Si no lo haces no te ven, y si no te ven, es como si quieres triunfar en la copla, pero solo cantas en la ducha.
Pero del dicho al hecho…
Pero recuerda, tus clientes están dispuestos a pagar por un servicio que se diferencie del resto.
La verdad de crear textos con inteligencia artificial como nadie te la ha contado.
Vídeos llenos de trucos para publicar contenidos continuamente sin tener que volver a escribir una sola línea. Gente prometiendo que tu negocio se va a hacer más grande que Rocío Jurado en un escenario.
Detrás de todo esto hay unas cuantas verdades incómodas.
La inteligencia artificial es una herramienta fantástica para optimizar tu tiempo, pero no deja de ser un robot. Y donde nacen las ideas, al menos hoy por hoy, es en la mente de un ser humano.
Apostarlo todo a un texto generado por una máquina puede darte tantos dolores de cabeza como no crear contenido:
No aporta valor
Pero bueno, Lola, ¿cómo es posible? Si estoy creando información sobre mi negocio con ChatGPT, ¿cómo no va a aportar valor?
¡Ay, darling! Es que crear valor no es solo lanzar tips, consejos o información a tu cliente potencial.
Ofrecer valor es, entre otras cosas, aportar puntos de vista diferentes.
Y los textos creados con inteligencia artificial solo contienen información que ya existía en Internet antes de ti.
No pueden aportar nada nuevo. Porque la clave de la diferencia es la creación. Y esa solo está en la mente humana (al menos, por ahora). Así que la inteligencia artificial solo puede generar texto usando el método de las tres R:
Puedes tener un contenido muy extenso y muy coherente, pero ¿qué hay nuevo?
Cuando contratas a un copywriter o incluso cuando eres tú quien crea tus textos, transmites tu experiencia, lo que has vivido, tu forma de ver las cosas.
Y este es el verdadero valor de tus contenidos.
– Recopilar
– Remezclar
– Reproducir
No tiene criterio
Ponte el casco, porque el «método de las tres R» es como conectar una excavadora a una batidora y una máquina expendedora.
¿Te imaginas lo que puede salir de ahí?
Igual que la excavadora saca lo que encuentra sin filtrar la calidad, tampoco lo hace la inteligencia artificial.
Así que cuando te pongas a escribir tus textos, es posible que encuentres datos que no te gustaría mostrar. Sin filtro.
La inteligencia artificial añade todo lo que se haya publicado sobre un tema concreto. Y aunque procura ajustarse a la instrucción que tú le has dado, no puede apuntar a los dolores de tus clientes.
Lo que sí puede hacer es meterte en un buen lío.
¿Te imaginas sufrir una crisis de reputación «gracias» al texto que acabas de generar con ChatGPT y que has publicado directamente sin revisar?
Puede generar contenido con errores
Y cuando digo errores no me refiero a erratas.
Me refiero a fallos de esos que necesitan un palet de paracetamol para quitarte el dolor de cabeza… en el mejor de los casos.
Porque como te decía antes, la inteligencia artificial se basa en recopilar lo que encuentra por la red, agitarlo y volver a entregártelo una vez mezclado. No es capaz de separar lo bueno de lo malo y lo correcto de lo incorrecto.
¿Compartirías a ciegas todo lo que se publica en Internet?
Si lo haces, te estás jugando tu negocio a la lotería.
Errores gramaticales, expresiones que nunca usarías (y mucho menos tus clientes), frases difíciles de leer y peores de entender… O mucho peor, datos que no se corresponden con la realidad.
Imagínate que fabricas coches eléctricos y en tu web aparece su consumo de diesel.
Tus clientes pensando que quieres engañarles, tus ventas por los suelos… la catástrofe.
Una de las tareas del proceso de trabajo de los redactores y copywriters es la investigación.
Y no consiste solo en conseguir contenido suficiente para escribir sobre un tema. Se trata de detectar las necesidades, problemas, dolores, deseos y emociones de tus clientes y, después, redactar la información que necesitan de forma tan atractiva que te elijan a ti y no a tu competencia.
Y, sí, también de asegurarnos de que los textos que publicamos tienen los datos precisos y correctos para que tú puedas dormir a pierna suelta.
Pero, ojo, porque conseguir unos textos correctos no significa que sean textos que venden.
Para eso aún queda una cosa que los textos con inteligencia artificial, a día de hoy, todavía no son capaces de conseguir.
No transmite emociones
Aunque me repita como los ajos: las herramientas de inteligencia artificial son robots.
Se pueden parecer mucho a un humano, pero les falta lo que nos hace diferentes: los matices, los dobles sentidos, la variedad, las emociones.
Sí, ChatGPT o cualquiera de sus compañeros pueden darte resultados sorprendentes. Pero planos, vacíos, sin vida, sin reflexión, sin diferencia.
Sin chicha ni limoná.
No sé si lo has oído alguna vez, pero lo tibio no atrae.
Y como el movimiento se demuestra andando, ahí tienes a las grandes folclóricas.
¿Por qué recuerdas a Lola Flores? Porque era diferente, única. Porque nunca sabías a ciencia cierta por dónde iba a salir. Pero todos estábamos deseando que abriera la boca.
Era magnética.
Y eso es lo que no puede conseguir una herramienta cualquiera para escribir textos con inteligencia artificial.
Porque ya sabes: las emociones siguen siendo especialidad de los seres de carne y hueso.
Entonces, Lola, ¿doy carpetazo y me olvido por completo de ahorrar tiempo?
Verás, la inteligencia artificial no es el enemigo. Y, por lo tanto, no tienes por qué dejar de usarla por completo.
¿En qué casos puedes crear textos con inteligencia artificial?
El síndrome de la hoja en blanco puede ser uno de los enemigos más temibles cuando tienes que ponerte a crear contenido.
Te sientas delante de la pantalla, empiezas a escribir, vuelves a borrar y así una y otra vez. Ni una palabra se queda en el papel y empiezas a sentir el sudor frío y la frustración.
¡Lo que darías por una herramienta que te ayude a ponerte a aporrear las teclas sin parar!
Ese es el verdadero superpoder de la inteligencia artificial para crear textos.
- Rompe bloqueos y tira del hilo empezando a escribir el primer párrafo con inteligencia artificial. Una vez que lo tengas ya solo te queda reescribir y retocar para que suene exactamente como tú quieres.
- Conecta conceptos nuevos o incide en puntos que no habías tenido en cuenta para enriquecer tus textos.
- Corrige y mejora párrafos durante la fase de revisión: la inteligencia artificial te puede ayudar a detectar párrafos largos o confusos y a resumirlos o reescribirlos.
- Haz lluvias de ideas sobre un tema y crea contenidos infinitos.
- Crea esquemas y estructuras para tus textos. Te ahorrarás una buena porción de tiempo y dejarás de estar ante una página en blanco.
- Crea listas de preguntas frecuentes y respóndelas con tus aportaciones.
- Haz resúmenes y recicla contenido: si le das un texto a tu herramienta favorita y le pides que extraiga publicaciones para redes sociales, tendrás borradores listos para corregir sin calentarte la cabeza buscando inspiración para tus post.
Las herramientas de inteligencia artificial han llegado para quedarse. Ya han empezado a dar mucho que hablar y es posible que en el futuro sean parte del trabajo diario de cualquier negocio.
Pero, como todo, pueden convertirse en un imprescindible, o en un arma de doble filo. Pueden hacerte ahorrar un tiempo precioso o darte un buen dolor de cabeza y multiplicar tus tareas por encima de lo que nunca habrías podido imaginar. El resultado depende de ti.
¿Ya usas las herramientas de IA para crear tus textos? ¿Cómo te ha ido con ellas hasta ahora?
